CASTILLO DE VILLENA O LA ATALAYA

El castillo de la Atalaya o de Villena se levanta sobre una estribación del monte de San Cristóbal o de la Villa, en la localidad de Villena, al noroeste de la provincia de Alicante (España), próximo a las líneas de separación con las provincias de Albacete, Valencia y la Región de Murcia y domina la antigua línea fronteriza en Castilla y Aragón.

HISTORIA DE LOS ORIGENES DEL MARQUESADO
Fue construido por los árabes en fecha desconocida, aunque no después del siglo XII, ya que las fuentes árabes ya lo mencionan en el año 1172. Se ha especulado mucho sobre la posibilidad de que la fortaleza se asiente sobre una fortificación o villa romana anterior, aunque la arqueología no ha arrojado luz a este respecto.

Fue una importante plaza fuerte de los musulmanes, y muestra de su robustez es que las tropas de Jaime I tuvieron que asediarlo tres veces para conseguir tomarlo, finalmente, en 1240. Pese a haber sido conquistado por los aragoneses, pasó a manos castellanas en virtud del Tratado de Almizra. Primero se dio en tenencia a los caballeros de Calatrava, pero pronto pasó en poder del infante Manuel de Castilla al ser nombrado señor de Villena. A su muerte pasaría a manos de su hijo, el insigne escritor don Juan Manuel, Príncipe de Villena. Éste desposó a la infanta Constanza de Aragón, hija de Jaime II a la edad de 6 años, y la tuvo recluida en el castillo de Villena hasta que cumplió los doce años y pudo consumar el matrimonio. La estancia de Constanza obligó a don Juan Manuel a efectuar reformas para mejorar la seguridad de la plaza.

Durante sus estancias en Villena, sus principales ocupaciones fueron la literatura y la caza,​ muy abundante en aquella época a juzgar por sus propias palabras:

“Et Villena ay mejor lugar de todas las caças que en todo el Regno de Murçia. Et aun dize don Iohan que pocos lugares vio el nunca tan bueno de todas las caças, ca de çima del alcaçar vera omne caçar garças e anades e gruas con falcones e con açores e perdices e codornices e a otras aves llaman flamenques que son fermosas aves e muy ligeras para caçar sinon porque son muy graves de sacar del agua ca nunca estan sinon en muy gran laguna de agua salada; et liebres et conejos. Otrosí, del alcaçar mismo veran correr montes de javalis et de çiervos et de cabras montesas. Et dice don Ihoan que todas estas caças fizo el yendo a ojo del alcaçar, et dize que tan açerca matava los javalis que del alcaçar podia muy bien conosçer por cara al que ante llegava a el. Et dize que sinon por que ay muchas aguilas et que a lugares en la huerta ay muy malos pasos, que el diria que era el mejor lugar de caça que el nunca viera.”

Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII ”
Después del linaje de los Manueles, fue Alfonso de Aragón el Viejo el poseedor de la fortaleza, al ser nombrado primer marqués de Villena. Si hubo rastros del paso del primer marqués por el castillo, don Juan Pacheco, segundo marqués de Villena, se encargó de hacerlos desaparecer. A él se deben los revestimientos de los muros, el segundo lienzo de muralla y las plantas tercera y cuarta de la torre, que convirtieron la fortaleza en un castillo-palacio.

En 1476, alentado por los Reyes Católicos, el pueblo de Villena se sublevó contra el marqués Diego López Pacheco en una asonada que costó la vida a miles de judíos y conversos que se habían refugiado en el castillo. Desde entonces, ni la ciudad ni el castillo salieron de los dominios reales, y el marquesado quedó convertido en título honorífico.

ESTRUCTURA
1. Fortaleza
La puerta principal de acceso al castillo está orientada al NO, aunque existen otras dos más pequeñas. A lo largo de la parte superior del lienzo de muralla exterior corre un camino de ronda que comunica todas las torres entre sí. La puerta de entrada a la plaza de armas está orientada al SO. A la derecha de la puerta se halla una barbacana donde recientemente se han excavado unos restos que se cree que pertenecen la ermita de la Virgen de las Nieves, cuya existencia se conocía por documentos escritos.

El recinto de la plaza de armas es de planta poligonal y dispone de torres cúbicas en los ángulos, excepto en uno, donde se localiza la torre del homenaje. Estos muros fueron construidos en época almohade y revestidos en el siglo XV por orden de don Juan Pacheco. Por encima de este lienzo de muralla también corre un camino de ronda, que comunica directamente con la torre del homenaje. Tanto las torres como los muros están rematados por almenas rectangulares.

Gracias a las excavaciones de José María Soler se sabe que adosados a los muros de la plaza había diversas estructuras, entre ellas almacenes, habitaciones para los centinelas y caballerizas. Cerca de la puerta de entrada de la torre del homenaje se encuentra el aljibe del castillo, una sala con bóveda de cañón.

2. Torre del homenaje
La torre del homenaje, de planta cuadrangular, es la estructura más característica del edificio y destaca y se eleva por encima del resto del conjunto. Los dos primeros cuerpos se construyeron en época almohade mediante una técnica de encofrado denominada tapial, que consiste en la utilización de cajones de madera que se rellenan de tierra, guijarros, agua y cal. De esta manera se forma un bloque sólido que se enluce posteriormente mediante el “falso despiece”, que visto de lejos simula estar constituido de sillares. La entrada principal da acceso a una sala cuadrada de 7 x 7 metros, cuyo muro tiene de media 3,5 metros y que carece de puntos de iluminación aparte de la propia puerta. Esta sala está cubierta por la primera de las bóvedas nervadas de origen almohade, datada de finales del siglo XII. Los ocho arcos que la sustentan forman en el centro de la misma una estrella de ocho puntas. A mano derecha, a través de una puerta de medio punto, se encuentra la escalera que da acceso a la segunda sala. Este tramo está cubierto con bovedillas apuntadas y conserva en las paredes grafitos de épocas musulmana y cristiana. Al final de la escalera se encuentra una reproducción del grafito de la mano de Fátima, cuyo original se halla en el Museo Arqueológico de Villena. La segunda sala está cubierta por otra bóveda almohade de la misma fecha que la anterior. Altura de la torre 27,68m.

Los dos cuerpos superiores se construyeron por orden de don Juan Pacheco a mediados del siglo XV a base de mampostería. A la tercera sala no se accede directamente, a diferencia de las dos primeras, sino que posee su propia puerta de entrada, muestra de que esta era la parte privada del castillo. Su cubierta, que también fue restaurada, es de madera. La cuarta sala, a la que también se accede mediante una puerta propia, está cubierta por una bóveda de cañón de ladrillo, la única techumbre original que se conserva.

En estas dos salas existen sendas ventanas de arco rebajado que sirven de iluminación natural.

A través de una escalera empinada cubierta con bovedillas apuntadas se llega a la parte superior de la torre, que está coronada por unas pequeñas torres voladas al estilo luso-castellano. Desde allí se divisa gran parte del término municipal, destacando el paso natural de la costa a la Meseta, de gran importancia estratégica.

https://es.wikipedia.org/wiki/Castillo_de_la_Atalaya

Imágenes: Superchilum, Ribera

Plano: Qoan (Enrique Íñiguez Rodríguez)