CASTILLO DE PEDRAZA

El castillo de Pedraza situado en frente de la villa amurallada de Pedraza. Es trata de una fortaleza construida en el siglo XIII que se reedificó en el siglo XV por García Herrera.
A principios del siglo XVI los Duques de Frías, Condestables de Castilla, reformaron el castillo de nuevo, añadiéndole el gran muro defensivo adherido a la torre del homenaje y el muro exterior dotado de cañoneras y un puente levadizo (hoy desaparecido). El castillo cuenta con una imponente torre del homenaje, foso, y está rodeado en la mayoría de su perímetro por un precipicio.

En esta fortaleza estuvieron prisioneros dos hijos del rey Francisco I de Francia, Francisco, el delfín que murió joven y su hermano menor que reinó como Enrique II. Habían sido entregados por su padre como rehenes al Emperador Carlos I de España. Para liberarlos, el rey francés debía cumplir los acuerdos del Tratado de Madrid, de 1526, firmado tras la derrota del ejército de Francisco I en la batalla de Pavía, donde fue hecho prisionero. En el castillo de Pedraza permanecieron durante dos años, hasta marzo de 1530, cuando por la Paz de las Damas fueron devueltos a Francia. Anteriormente habían estado en los castillos de Villalba, Villalpando y Berlanga de Duero y una corta etapa de descanso en Castilnovo. Al igual que Pedraza, todas estas fortalezas pertenecían a la familia Fernández de Velasco, Duques de Frías y Condestables de Castilla. La documentación sobre estos hechos se conserva en el Archivo General de Simancas.

LA VILLA DE PEDRAZA
Pedraza es una una villa medieval amurallada situada a 37 km al nordeste de Segovia.

Su nombre parece derivar de la Pretaria romana, aunque los primeros datos históricos se remontan a Don Fernando Gómez de Albornoz, comendador mayor de Montalbán, que fue nombrado por rey Enrique II de Castilla Señor de Pedraza. Posteriormente pasó a manos de la familia Herrera y a finales del siglo XV pasó a los condestables de Castilla por el matrimonio entre Doña Blanca Herrera y Don Bernardino Fernández de Velasco.

PUERTA DE LA VILLA
La puerta de la villa es el único acceso a Pedraza, y por tanto es utilizada como entrada y como salida única del pueblo. Sus orígenes se remontan al siglo XI, y fue reconstruida en el siglo XVI siendo señor de Pedraza Íñigo Fernández de Velasco, cuyo escudo preside la entrada. Los portones son de madera de álamo negro y durante varios siglos eran cerrados durante la noche impidiendo la entrada o salida de cualquier persona salvo emergencia; en tal caso era el carcelero el responsable de abrir la puerta.

CÁRCEL
La cárcel de Pedraza está situada en lo que en un principio fue una torre vigía en el lugar donde se encuentra la puerta de la villa. En ella vivía el carcelero y había varias salas anexas donde malvivían los presos.

Para los delincuentes comunes, normalmente ladrones, existían dos celdas hechas de madera de 3×3 metros por las que apenas entraba la luz y en las que podían estar prisioneros hasta quince personas durante varios días.

Para los delitos de sangre se reservaba un destino más cruel, pues los presos eran arrojados individualmente a una habitación inferior, lo que provocaba de forma frecuente lesiones o roturas en piernas y tobillos, con lo que se reducía casi a cero la posibilidad de fuga. El preso fallecía a los pocos días, y como el carcelero tenía que llamar al verdugo de Segovia y pagarle para que se llevase el cadáver, al siguiente preso que arrojaba a dicho habitáculo le daban una cesta y era él mismo el encargado de recogerlo y dárselo al carcelero, quien lo vendía como abono para las tierras. Los demás presos, eran arrojados a otra habitación por una trampilla, lo que también provocaba roturas de miembros.

Aparte del castigo físico que suponía una caída desde varios metros, los criminales sufrían el tormento de habitar en una estancia especialmente diseñada para que los excrementos de los presos de los pisos superiores fueran evacuados en ella. Todo ello producía una lenta agonía en el preso hasta que moría fruto de las heridas o de infecciones.

Existía otra habitación para los presos preventivos, en la que de día estaban sueltos pero que al llegar la noche y por seguridad del carcelero, que vivía allí en la cárcel, se les echaba en una tabla de madera con los pies sujetos en un cepo y la cabeza enganchada con un grillete a la pared o los colocaba de pie sobre la pared y les ponía un grillete sujetándoles la cabeza, según la crueldad del carcelero, a la altura del preso o a una altura más elevada para que el preso pasara la noche de puntillas.

https://es.wikipedia.org/wiki/Pedraza_(Segovia)

Imágenes: Jberrosl, Windwhistler.