CASTILLO DE OLOST

El castillo de Olost está situado en una hondonada, por tanto en una situación poco estratégica, junto a la riera de Olost y al sur del pueblo de Olost y muy cerca de su núcleo principal, aunque pertenece al municipio de Oristá. El castillo surgió el siglo XI después de la desaparición del castillo de Oristá. Empezó siendo sólo una torre de vigilancia de planta rectangular. Más adelante, se convirtió en un castillo, si bien no fue nunca una fortaleza de defensa sino más bien una residencia señorial aglutinadora de posesiones feudales.

HISTORIA
Las primeras noticias del término son del 908, en un documento de venta de tierras en la demarcación de la iglesia de Santa María de Olost, dentro del término del castillo de Oristá. Desde el 972 se perfila una parte del término, al norte de la población, como perteneciente al territorio de Olost y no incluida en el término del castillo de Oristá, y entre el 977 y el 1051 son citadas varias sufragáneas sometidas a la iglesia de Santa María de Olost, fuera también de la demarcación de Oristá.

Hacia el 1050 el término de Oristá se dividió en dos castillos de nueva creación: el de Tornamira y el de Olost. A partir del 1059 comienza la línea de los señores de Olost, conocida desde Ramon Guifré de Olost (1059-76), que fue señor del castillo de Olost y una buena parte de su antiguo término parroquial. «Raimundus Guifred de Olost» es, en noviembre de 1076, albacea del conde de Barcelona Ramón Berenguer I, en el año 1117, hace testamento Bernat Guillem de Olost que deja el castillo a Guillem de la Guardia. El 1168, Ramón de Olost, deja dicho que la entierren en el monasterio del Estany. En 1196, Arnau Pere de Gurb, esposa e hijos, señores de Olost, dan permiso al veguer de Olost para poner sus bienes bajo la protección de la Orden del Temple.

En 1235 Beatriz de Olost prestó homenaje feudal al obispo de Vich Bernardo Calbó y en 1241 dictó testamento dejando 2.500 sueldos que ella tenía sobre el castillo de Olost. Uno de sus albaceas fue Guillem de Vilagranada. En 1264, testó Ermesenda, señora del castillo de Olost, casada con Guillermo de Peguera, haciendo heredero universal al hijo Ramón. El 1290, Guillem de Peguera, hijo de Ramón, retiene homenaje de fidelidad al obispo de Vich, por diezmo de Olost y otros feudos, el prelado le dio la investidura de los feudos. El rey Pedro IV de Aragón vendió, en el año 1353, el lugar de Tornamira a Ramón Peguera, señor de Olost y el año 1400 Guillem de Olost era subveguería del Berguedá.

En el tiempo de la lucha de la Generalitat contra el rey Juan II, los remensas se refugiaron en el castillo de Olost, el castillo de Torelló y el de Caserras. En la capitulación de Vich hecha a Juan II, el año de la finalización de la guerra (1472), se indica que el castillo de Olost había sido destruido durante el período bélico.

LEYENDAS
La espada de constelación o de virtud, ha sido forjada cuando la posición de los astros en el cielo, era la más favorable para el metal, y fue bautizada con ungüentos mágicos.

Un párrafo interesante del testamento de Beatriz de Olost, se refiere a una espada de constelación; la testadora manda que «la espada esté guardada en el castillo, excepto en caso de necesidad, cuando Guillem de Vilagranada o quienes le sucedan pueden sacar y llevar la espada donde quieran, pero habiendo la de volver al castillo así que cese la necesidad». Beatriz prohíbe que «espada tal sea vendida o enajenada».

https://es.wikipedia.org/wiki/Castillo_de_Olost

Imágenes: Antoni Grifol