CASTILLO DE PEÑISCOLA

El castillo de Peñíscola, también llamado Castillo del Papa Luna, es una fortaleza de origen templario en el punto más elevado del peñasco de Peñíscola (Baix Maestrat, Valencia), sobre el que se asienta la localidad homónima, que rodea el castillo.

El espacio que ocupa la actual fortaleza corresponde al anterior castillo o alcazaba andalusí, que probablemente ya había sido construida sobre fortificaciones anteriores.
La fama de inexpugnable de este castillo quedó confirmada con el fracaso de Jaime I ante sus muros durante el sitio de Peñíscola (1225). Durante la conquista de Valencia, Jaume I simplemente evitó la fortaleza, que se le acabó rindiendo con un pacto de capitulación en 1233.

ESTRUCTURA
El castillo de Peñíscola tiene planta heptagonal, inscrita en un cuadrado imperfecto por el E, y reforzada con torres cuadrangulares en cinco de sus lados, más anchas y fuertes las que dan al N. Está construido en un estilo románico de transición, con los espacios cubiertos con bóveda de cañón menudo ligeramente apuntada, y con sillares muy bien cortados.

La puerta de acceso está situada en S, entre dos torres; sobre la puerta, hay un friso con los escudos heráldicos de la orden del Temple y de sus dirigentes que las que iniciaron la construcción (que se repite sobre la puerta de la capilla). Ante la puerta original del castillo, hay un pequeño baluarte construido en el siglo XVI.

El conjunto interior está repartido en dos plantas.

La planta inferior tiene diferentes estancias de uso militar distribuidas alrededor de un espacio central cubierto (el patio de armas es el piso superior): dependencias para el cuerpo de guardia, cisterna, caballerizas, bodega, habitáculos, almacén (conocido como sala del Cónclave), prisión y sala de armas.

La planta noble, modificada en tiempos del papa Luna para convertir el conjunto en un castillo palacio residencial, contiene el palacio pontificio, la sala dicha del Comendador, la capilla de los templarios y las cocinas o baños, construcciones alineadas al norte y al oeste de los muros de la fortaleza y alrededor de un amplio patio de armas que, actualmente, se abre hacia el este con una gran terraza por haber desaparecido las antiguas viviendas y dormitorio de los templarios, como consecuencia de los bombardeos efectuados desde el mar.

El palacio pontificio propiamente dicho está situado en el extremo SO del patio y conserva diferentes estancias, entre ellas la que supuestamente alojó el estudio o biblioteca papal, sobre la puerta de la cual está el escudo del pontífice. En el patio, cerca de la sala del Comendador y la capilla, había habido una galería cubierta, seguramente de madera. En el exterior del muro oriental, una escalera tallada en la roca del peñón permitía embarcar y desembarcar. Hay un rico legendario sobre la residencia papal y esta escala.

ORDEN DEL TEMPLO
El castillo de Peñíscola responde a un modelo de fortaleza convento creado a Tierra Santa y difundido en los países de la antigua corona de Aragón por la orden del Temple, que ya la había ensayado en el castillo de Miravet a mediados del siglo XII.

En 1294, el maestro de la orden del Temple en la Corona de Aragón, Berenguer de Cardona, llegó a un acuerdo con Jaume II, por el que cedía a la corona la ciudad de Tortosa y su término a cambio de algunos castillos al norte del Reino de Valencia, entre los cuales el de Peñíscola, con su extenso distrito (que comprendía Benicarló y Vinaròs).

El Templo lo hizo sede de un destacado comandamiento e inició inmediatamente la construcción de un castillo que sustituyera la alcazaba andalusí, aplicando las mejores técnicas de arquitectura militar del momento.

El nuevo castillo estaba concebido para reforzar las defensas naturales del peñasco, de un alto valor estratégico, dotado de un manantial de agua potable y que en la época, cuando en días de tormenta el mar invadía el tómbolo, llegaba a convertirse una isla.

El comendador templario de Peñíscola, Arnau de Banyuls, con la implicación directa del mismo Berenguer de Cardona, prueba fehaciente de la importancia dada por el Templo a su nueva adquisición, promovió las obras de fortificación, que ya estaban muy avanzadas cuando, en 1307, la orden fue suprimida y Jaume II puso sus bienes en manos de administradores reales.

En 1319, Peñíscola y su castillo se incorporaron, como todas las posesiones de los templarios en el Reino de Valencia, el nuevo orden de Montesa, creado en 1317, bajo el dominio del que la obra de la fortaleza fue prácticamente acabada.

Peñíscola y su término (con Benicarló y Vinaròs hasta 1359) constituían la más importante de los destacamentos de la orden después del destacamento mayor, de la que dependía directamente. A su frente, había un caballero, que dirigía una pequeña guarnición.

En 1329, fue fundado en el castillo de Peñíscola el priorato de Santiago de la orden de Montesa.

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Imágenes: Rastrojo (D•ES), Millars, Unknown.