AMBIENTANDO LA PARTIDA
Montse Fransoy
[Barcelona, 8 de febrero de 1968]
La pasión por el dibujo la condujo a dedicarse a la ilustración profesionalmente, desde el año 1990. Se formó en l’Escola Professional de la Dona de la Diputació de Barcelona y profundizó su especialización en l’Escola d’Arts Decoratives d’Estrasburg.
Dibujante polifacética y transversal ha participado en todo tipo de proyectos: manuales de rol, materiales educativos e institucionales. Ha ilustrado libros de texto para editoriales nacionales y extranjeras. Ha realizado álbumes ilustrados y portadas para libros. Su intensa actividad se ha traducido en colaboraciones en revistas infantiles y para público adulto, publicaciones en periódicos y trabajos editados en el campo de la publicidad. Además, el entusiasmo por la cocina le ha llevado a liderar un blog con recetas saludables ilustradas.
Hoy queremos recordar sus orígenes y disfrutar conociendo cómo se involucró con Joc Internacional y dibujó las ilustraciones medievales míticas del primer manual de Aquelarre y sus suplementos.
EN JUEGO
1. ¿Cómo se inicia el interés hacia el arte y la ilustración? ¿Qué formación tienes y cuáles son tus referentes?
Desde pequeña siempre me ha gustado más dibujar que estudiar, así que cuando tuve que elegir carrera, me decidí por Bellas Artes. La cuestión es que no pude entrar. Por cosas de la vida, me cayó en las manos un folleto de los estudios de Ilustración Gráfica de l’Escola de la Dona.
Aunque hasta entonces desconocía los estudios sobre ilustración, me matriculé en seguida, porque me gustaban todas las asignaturas del programa.
L’Escola de la Dona de la Diputació fue la primera en impartir estudios profesionales de esta especialidad, gracias a la ilustradora Maria Rius, impulsora del proyecto.
Fue mientras Maria nos presentaba el curso y nos hablaba de este oficio, que supe que eso era lo que yo quería hacer y, desde entonces hasta ahora, a lo que todavía me dedico.
Viéndolo en retrospectiva, lo primero que recuerdo, es que de pequeña me pasaba horas mirando los dibujos de unos volúmenes de la revista «En Patufet» que había hecho encuadernar mi abuela. Mucho tiempo después, fui consciente de los Maestros que publicaban en ella (Junceda, Muntanyola, Cornet, Opisso).
Cuando ya leía, me aficioné al TBO. Me encantaba, especialmente «La familia Ulises» de Benejam y «El profesor Franz de Copenhague» de Sabatés, pero los cómics que copiaba sin parar, eran los del Ibáñez.
Mi estilo está inspirado por la línea clara. Aparte de otros, Max, Chaland y el mismo Ballester, me han influenciado mucho.
Ilustraciones de Montse Fransoy para el suplemento Rerum Demoni editado por Joc Internacional.
2. Cómo empieza tu relación con Ricard Ibáñez y te involucras al proyecto Aquelarre?
En realidad fue al revés. Primero me involucro al proyecto y a partir del primer módulo «Lilith», nos conocemos con Ricard.
Al proyecto Aquelarre entré de la mano de Arnal Ballester, que era profesor mío en l’Escola de la Dona. Un día nos propuso un ejercicio poco habitual, nos ofrecía hacer un encargo real que publicaría Joc Internacional, a elegir entre unas portadas para la revista Líder o 5 ilustraciones para un juego de rol.
El juego de rol me tocó a mí, y lo que debían ser 5 dibujos, digamos que se alargó un poco más … En total, estuve ilustrando para Aquelarre durante 7 años!
3. ¿Cuántos ilustradores erais en el equipo de Aquelarre y cuál era su relación?
Arnal era el coordinador, hacía de director artístico. Era el enlace entre Joc internacional, Ricard y las ilustradoras. Se encargó de la concepción de la imagen gráfica del proyecto y de hacer el seguimiento hasta el último módulo. Él ilustraba las portadas y yo hacía las ilustraciones interiores. Los Mapas se los encargó a Montse Bosch, una ilustradora que conocí más tarde.
Bocetos e ilustraciones finales de Montse Fransoy para el suplemento Danza Macabra editado por Joc Internacional.
4. ¿Cuáles son las directrices para ilustrar Aquelarre y como os distribuye la gestión artística con Arnal Ballester?
La directriz principal, a petición de Ricard, era encontrar una estética entre el grabado en madera medieval y el tarot de Marsella.
Durante el primer libro, trabajé sólo bajo la supervisión del Arnal. Una vez definido el estilo, y gracias a sus consejos y correcciones, pude entregar mi primer encargo profesional.
A partir del segundo módulo, yo hablaba directamente con Ricard para resolver dudas referentes a las indicaciones que me llegaban para hacer las ilustraciones, pero era Arnal quien daba el visto bueno a mi trabajo. Yo todavía estaba estudiando, y sin su guía, orientación y las horas que invirtió en pulir y mejorar todo lo que le presentaba, no creo que lo hubiera conseguido.
Bocetos e ilustraciones finales de Montse Fransoy para el suplemento Rincón editado por Joc Internacional.
5. ¿Con qué tradición pictórica te inspiras y qué técnica utilizas para ilustrar Aquelarre?
Las xilografías medievales y los grabados antiguos me ayudaron a encontrar el estilo. Para documentarme sobre la vida en la Edad Media, a la sazón, cuando aún no había internet, busqué en libros y revistas de historia, enciclopedias, cómics, tarots … El Mercado de San Antonio y algunas librerías de viejo, me fueron muy útiles.
Después de probar muchas técnicas, me decidí por la tinta china aplicada con plumilla. Me daba un espesor variable y una calidad, que no conseguía con los rotuladores, bolígrafos o lápices.
En «Rinascita», me pidieron que la estética recordara grabados al aguafuerte, y tuve que modificar la técnica. Hacía unos originales diminutos con la plumilla y luego los ampliaba en la fotocopiadora.
«Rincón», no recuerdo por qué razón, lo entinté a pincel.
Ilustraciones de Montse Fransoy para el suplemento Rinascita editado por Joc Internacional.
6. ¿Qué anécdotas nos puedes contar del proceso creativo de tu participación en la elaboración de Aquelarre?
Como decía antes, el encargo que yo acepté era de cinco ilustraciones para el primer libro, pero por iniciativa de Ricard, pasaron a ser casi cincuenta!
No recuerdo cuánto tiempo nos dieron para entregarlo, lo que si se es que tuve que aprender a dibujar personajes a contrarreloj y dominar el tratamiento del blanco y negro en un tiempo récord.
Como anécdota puedo decir que, como yo iba bastante desbordada, Arnal se tuvo que hacer cargo de 8 de las ilustraciones interiores, sino no hubiéramos llegado a tiempo. Esto se puede reconocer en el Manual básico de Aquelarre porque las suyas llevan el marco blanco, y las mías, negro.
En el Bestiario del manual de Aquelarre Arnal Ballester ayudó con 7 ilustraciones interiores, que se pueden reconocer por su marco de color blanco.
7. ¿Conocías el rol cuando te proponen entrar en el proyecto de Aquelarre?
Conocía el rol porque tenía amigos que jugaban, pero antes de empezar a ilustrar Aquelarre, sólo había jugado alguna partida a «La llamada de Cthulhu».
8. Participaste en la ilustración del manual y de todos los suplementos oficiales de Aquelarre durante la etapa de Joc internacional. ¿Recuerdas alguno de ellos de forma especial? ¿Por qué?
Recuerdo el suplemento «Lilith» especialmente, porque mientras Ricard lo acababa de escribir, yo dibujaba a toda pastilla. Además, estábamos los dos con gripe intestinal y nos íbamos dando ánimos por teléfono.
9. ¿Hay alguna ilustración que recuerdes especialmente? ¿Por qué?
Le tengo un cariño especial al primer aquelarre de brujas que dibujé (en la página 31 del manual), aunque me costó muchísimo hacer aquella página entera, estoy satisfecha del resultado.
Bocetos e ilustración final de Montse Fransoy para el apartado de la magia del Manual básico de Aquelarre editado por Joc Internacional.
10. ¿Te viene a la memoria algún dibujo que te quedaras con ganas de hacer?
Al contrario, siempre íbamos con prisas por entregar, al menos yo. Cuando ya tenía más confianza con Ricard, creo recordar que más de una vez le pedí que me perdonara alguna ilustración. Sin embargo, me supo mal que se acabara, pues para mí era un lujo escuchar sus historias y poderlas dibujar.
11. ¿Quedó alguna ilustración descartada, o material inédito, que no se llegase a publicar?
Ilustraciones descartadas por mí, hubo muchas. Conservo alguna y también unos cuantos bocetos, pero la mayoría acabaron en la papelera. Primero pasaban mi filtro, después el de Arnal Ballester. Diría que por parte del Francesc Matas, no hubo ninguna petición de cambio o corrección.
Lo que si que quedó a las puertas de la imprenta, fue el módulo «Angelicum Natura».
Ilustraciones de Montse Fransoy para el suplemento Villa y corte editado por Joc Internacional.
12. Realizaste varios tipos de ilustraciones interiores del juego. ¿Con cuáles disfrutabas más? ¿las de las Profesiones, las del Bestiario o las de las aventuras?
La temática me atrapó desde el inicio, me parecía fascinante todo lo que me tocaba ilustrar. A mí, sin embargo, no me llegaba el manual entero, sólo cortas descripciones de lo que había que dibujar.
Me leía las indicaciones y empezaba por lo que me costaba menos, los personajes. Seguía con lo que me gustaba y disfrutaba más, que eran los seres mitológicos y el bestiario. Las escenas, sobre todo al principio, las sufría más porque no sabía lo suficiente, por lo que las dejaba para el final.
13. ¿Hay alguna historia secreta que puedas desvelar sobre alguna ilustración?
Siento no tener ningún secreto para desvelar…
Os puedo decir cuál es la ilustración que tiene más típex de todas, de tanto como llegué a corregir el trazo negro. Es la del Aoun, página 45 del manual.
14. Ricard Ibáñez nos explicó en su entrevista que cuando presentó el octavo suplemento, Angelicum natura, a Joc Internacional, ya no se publicó. Sabemos que, años más tarde se publicó extraoficialmente y que tiene ilustraciones tuyas. ¿Nos puedes explicar como se forjó esta historia?
Si, yo cedí las ilustraciones a Albert Tarrés, que maquetó el suplemento en un pdf que publicó en su web, diría que con el consentimiento de Ricard. Si hay una versión en papel, no se quien la ha editado.
Ilustraciones finales de Montse Fransoy para el suplemento Angelicum Natura que Joc Internacional no llegó a publicar.
15. Después de haber realizado las ilustraciones, ¿llegaste a jugar a Aquelarre? ¿Te gustó?
Pude participar en dos o tres partidas y me gustó mucho, aunque soy una pésima jugadora de rol porque siempre me ha costado ponerme en la piel de los personajes. Lo tendría que volver a probar…
16. ¿Con qué recuerdo o experiencia te quedas de todo el proyecto de Aquelarre?
Un recuerdo que siempre me hace sonreír, son las pasiones bien opuestas que despertaron mis ilustraciones… A veces, Ricard me enviaba críticas y alabanzas que corrían por los foros de internet.
Sólo puedo decir que para mí fue un privilegio empezar mi carrera profesional con este magnífico proyecto, y el poder contar con el apoyo de Arnal Ballester. Estoy agradecida y muy orgullosa de haber conocido a una persona del calibre de Ricard y de los buenos ratos que hemos compartido.
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